Sin lugar a duda, Valeria ha sido el regalo más hermoso que me ha dado Dios, me ha convertido en una persona más sensible, más protectora y más amorosa. Definitivamente un hijo hace que trabajes para ser una mejor persona y así poder darle el mejor ejemplo posible. Como mamás buscamos estar siempre para nuestros hijos, somos su apoyo incondicional para que estén sanos y alegres.
Ser MAMÁ es una labor que dura toda la vida pero para mí ha sido todo un honor compartir y vivir mi vida a lado de mi princesa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario