Elegancia y seriedad. Son las palabras clave cuando se trata de hablar del color negro.
En la época del impresionismo se determinó que el negro no era un color como tal, más bien era la ausencia de todos e incluso llegó a estar prohibido en las obras de arte. Sin embargo, con el paso del tiempo personajes como Vincent Van Gogh, argumentaron que el negro es imprescindible en todo a lo que color se refiera, ya que ayuda a que las otras gamas tengan protagonismo. En la actualidad hay rezagos del pensamiento que relega el negro como la ausencia de color, sin embargo, está presente en la mayoría de objetos, outfits y obras de arte.
Simboliza lujo, estatus, firmeza y fuerza, es un color clásico y está asociado también al luto, tristeza y apatía. Pese a esto, es el color que más fácil mezcla con otros tonos y estiliza el cuerpo notablemente.
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