También conocidos como tacones de aguja, están en todo su furor. Se caracterizan por ser muy altos (más de 10 cm para unos, más de 7.5 cm para otros), puntiagudos y tener un tacón muy delgado (diámetro de 1 cm). Pueden ser cerrados o descubiertos.
Surgieron en los años 50 como una colaboración de Roger Vivier para la casa DIOR, y desde ese momento son sinónimo de GLAMOUR y feminidad. Dato curioso: en italiano su nombre significa “daga”.
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